miércoles, 19 de septiembre de 2012

III


A veces suelo pensar que fácil seria la vida si se pudieran arrancar de nuestras mentes los recuerdos malos, los momentos difíciles y los fracasos.
 Lo fácil que seria si pudiéramos borrar todo, vaciarnos como a un cenicero cada noche y seguir como si nada al día siguiente, pero aunque soñemos, sabemos que no es posible, tenemos que aprender a vivir con mil cicatrices y continuar, todos los fracasos nos convierten en la fortaleza que somos, nos ayudan a descubrir la realidad, a evitar esas mentes podridas que no nos dejan continuar,
 y aunque sea difícil sonreír a diario, tratando que nos afecte cada vez menos la estupidez humana.

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